Un catarrito pedorro (gracias flaca) no me asusta. Me inyectaría al primer síntoma, no me dan miedo las agujas.
Pero 5.7 grados en la escala de Richter hacen que se me paralice el cuerpo, que me suden las manos y que fluya adrenalina por mi cuerpo, sé que al primer sonido corro, pero, ¿Hacia dónde? Vivo en un sexto piso, no es la Torre Mayor, entiendo, pero igual, las probabilidades no me favorecen. ¿Dejarías todo y correrías? Estamos hablando de un hogar de una o más personas. ¡Qué fuerte!, he soñado con esa devastadora imagen deseando que nunca se haga realidad.
¿Existen paracaídas, para caídas tan cortas?
A toro pasado
Hace 10 años
Pachón, mi catarrito pedorro (de nada) resultó ser un gripón. Y con esto de la influenza porcina, me discriminan. Tu casa no creo que se caiga. Y si sí, yo te saco. Ahí sí te voy a tener que cargar.
ResponderEliminar