miércoles, 22 de julio de 2009

Obsolencia



Las cosas que he visto en las últimas semanas, que ya son obsoletas:

1. Un VHS, que seguramente tiene grabados programas sobre programas, me encantaría ver que contiene, pero ya no tengo VCR que funcione.

2. Una gasolinería abandonada con una bomba dividida en: Nova y Extra...pfff.

3. Una impresora de matriz de puntos, con cable de puerto paralelo para enchufarla, chale, sólo se usan para imprimir facturas, creo.

4. Un güey dándole al reggaeton mientras lo escuchaba en su "dicsman" (ojalá y el reggaeton se vuelva obsoleto pronto).

5. Un cambiador de canales de cablevisión, cuando todavía tenía cable, de esos imitación madera que había que cambiar de línea con un switch para cambiar de canal, y hacían mucho escándalo.

6. Unos cuantos compactos de Dance Club y Eurohouse.

7. Mi compu, que me ha dado hueva tirar a la basura, una HP Pavilion mx70, año 2001. Con todo y su mouse de bolita y lector de 3 1/2.

8. Un estado de cuenta de Serfin.

9. Una persona caminando en la calle con chamarra de mezclilla de algún Hard Rock Café, no alcancé a ver de cual.

10. Hace años que nadie me llama al número de mi casa.

11. Una tarjetita de Subway donde juntas los sellitos para un sub gratis, con vencimiento en 2006.

Y con detalles así de idiotas, me doy cuenta de lo mucho que ha cambiado todo, en el poco tiempo que he vivido.
Los alimentos perecederos tienden a alargar sus fechas de caducidad, por tanta tecnología aplicada a los alimentos, mientras todo lo demás, dura cada vez menos. Sí, por ejemplo: ¿Cuándo compraste tu última computadora/laptop? Seguro que ya no trabaja como antes, y apuesto que ya necesitas o que ya compraste una expansión de RAM.
La última vez que vi que alguien sacaba de su bolsillo un Blackberry, de los primeros modelos, de los que tenían la ruedita a un lado, me di cuenta de que ahora bastan unos meses, para que alguien te critique el "tabique" que andas cargando por la vida.
Creo que la prioridad de los avances de todas las áreas es que el hombre se pueda mover menos en un mundo que pareciera girar cada día un poquito más acelerado. Claro, muchos ya quedaron atrapados con correas electrónicas de todo tipo, pero entonces ¿A qué van a la oficina si siguen respondiendo emails a las 11:30 pm?
En fin, siempre acabo en lo mismo, en mi asombro de todo lo que hay a mi alrededor. El simple hecho de entrar a un Chedraui y ver la longitud del refrigerador de lácteos...impresionante. Yo recuerdo los yoghurts de vasito de colores, el azul era el natural, el rojo, el de fresa, y así. Ahora hay con vitaminas, laxantes, sin grasa, con cereales hidropónicos sembrados por un niño huérfano que sufre de una rara enfermedad, con té verde, de soya, deslactosados (medio que pierden la escencia), etcétera, etcétera. ¿Será que involuntariamente rompieron el record Guiness de el "refri" más largo del mundo? Creo que Usain Bolt puede correr junto a éste en menos de 10 segundos, sólo él.
Y así, con la trágica desaparición del Cremoso de Chambourcy, los Sugus de piña y los Raspatitos de limón, seguiremos siendo inundados con productos nuevos, día a día, que al cabo de unas semanas volverán a desaparecer para darle paso a más y más porquerías, algunas que valdrán la pena recordar, y otras que igual que la serie de That 80's Show, mejor borramos del TiVo. Crisis o no.

Lo que no hay que leer