Y así, una vez más, inspirado por el deporte, me siento a escribir, antes del bajón emocional, después del partidazo que se acaban de aventar el mismísimo Roger Federer y Juan Martín del Potro. Y ganó el "débil", y ganarle una vez al mejor, no te hace el mejor, pero te acerca bastante. Al que no le gusta el tenis, ni para que tratar de convencerlo, pero realmente, hay partidos que pueden llegar a emocionar hasta al más incrédulo. Yo recuerdo que toda mi vida he visto tenis en la tele, no regularmente, pero hay imágenes en mi cabeza de monitos jugando de blanco (creo que antes era a huevo), y hasta ciertos nombres recuerdo...pero igual que con el resto de los deportes en la actualidad, no soy fan, el Abierto de Estados Unidos, que recién concluyó, se me atravesó por que siempre que hay jovencitas jugando tenis, me quedo viendo al menos unos minutos.
Por el contrario, hoy, dos machines me hicieron perder al menos dos horas (de las cuatro que duró el partido) sentado a la orilla de mi sillón, inhalando fuertemente, mentando madres y hasta gritando esporádicamente de la emoción. ¡Par-ti-da-zo! No, no tenía ningún favorito, y mi conocimiento del tenis se limita a contar puntos correctamente y saber que la pelotita tiene que estar entre las rayitas, pero que bonita sensación es cuando el underdog le gana al big kahuna. Nos hace fantasear que somos "ese guey", el feo que lleva el viejonón, el pobre que gana la lotería y que México si le puede ganar la final del mundial a mmm...Brasil, Italia, Alemania o Argentina, cualquiera que sea el caso.
Entendamos que tan significativa es la victoria para del Potro (rankeado #6 por la ATP al entrar al US Open), tomando en cuenta que tiene 19 años, es su primer título importante (Grand Slam), que se acaba de embolsar casi dos millones de dólares y que en los siguientes años pondrá a temblar a los más fuertes. Ah, sí, también le ganó a Nadal...¿si les suena no? Y bueno, de Federer Express que se puede decir: número uno, pinche mil millones de millones ganados en el tenis, 28 años...el Swiss Maestro, sin duda. Es como si al imbécil de Mario Domínguez (imbécil por perder su título de embajador del deporte mexicano en una peda) lo treparan con
Schumacher en el mismo Fórmula 1 y le diera su repasón...no es imposible, pero apantalla, también sería como si el Bofo fuera el principal personaje del próximo Fifa Street, sobresaliendo más que C. Ronaldo, o Kaká...o como si yo le bajara la vieja al guey (no se su nombre) de Katherine Heigl.Así que: ánimo debiluchos, que uno nunca sabe cuando el fortachón viene pensando en el chocolate caliente de su abuelita. Sea por buena suerte, un mal día, exceso de confianza o cualquier otra razón, todos podemos ganar, como se dice por ahí: Any given Sunday.
Y Juan Martín es el claro ejemplo, él y muchos más que lo han logrado, pero hoy, festejemos al nuevo campeón, que destronó al rey de reyes, jefe de jefes, capo di tutti capi, cinco veces campeón previo al 2009, dejando en el camino a otras personalidades.
No les recomiendo agarrarse a madrazos mañana mismo con un boxeador -amateur o profesional-, "nomás" por que están prendidos por ser el chaparrito, pero cuando nos toca, nos toca. Todos hemos sido vencedores y derrotados, así es la vida, así hay que disfrutarla. ¡Felicidades campeón!
